Blogia
All Along the Watchtower

Oh Melilla... (de visita por unos días)

Oh Melilla... (de visita por unos días)

 

Descuelgo sentimientos que llevan mucho tiempo escondidos en armarios oxidados. Los descuelgo y los tiendo al sol, a que se aireen. Lo cierto es que da miedo enfrentarse a los recuerdos pero llegados a este punto, sólo se puede seguir adelante cuando uno acepta su pasado y se reconcilia con él. Es entonces cuando deja de doler y se puede mirar con cierta franqueza al futuro.

Volver a Melilla parece que cuesta. Con el tiempo, aprendes a echar de menos tus orígenes, o mejor dicho parece que te obligan a echarlos de menos, a volver a mirarlos desde otra perspectiva, desde la perspectiva de la añoranza. Lo cierto es que la frase “cualquier tiempo pasado fue mejor” no se aplica en mi caso. Intentas olvidarte de quién fuiste, de los errores que cometiste, de ciertas personas que conociste, en fin, de épocas de tu vida que es mejor olvidar, pero, cuando se mira atrás desde la perspectiva en la que estoy, uno se da cuenta de que es gracias a ese pasado por lo que has llegado a ser quién eres y a estar dónde estás. Y al fin y al cabo, el paso del tiempo pone las cosas en su sitio y ese pasado no deja de estar cargado de buenos momentos, de gente que estuvo a tu lado para bien o para mal, y para bien o para mal siguen allí, y es imposible que dejen de estar en tu memoria. Parece que hay que olvidarse del pasado para que vuelva a formar parte del presente. Las reconciliaciones siempre son la parte más bonita de las relaciones, eso dicen. Y mi pasado y mi futuro parece que se empiezan a llevar mejor. (Sólo espero no tener que esperar otros 10 años para poder reconciliarme con mi presente.)

0 comentarios