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All Along the Watchtower

Christopher Judex in Clapham South.

 

 

Por un momento pienso en ti. Te imagino en tu habitación, goteando soledad.

 

Y así, creo encontrar la respuesta que me rondaba la cabeza el otro día.

 

Imagino tu habitación. Una luz tenue que probablemente proviene de la pantalla de tu ordenador. Dices que escribes, que trabajas en tu nuevo proyecto, es un drama acerca de un reality show que ahora dan por televisión. Una vuelta de tuerca, si conoces el programa puedes imaginar de lo que hablo, lo intrincado del asunto (uso sus palabras…) Yo, por supuesto, no lo conozco… así que no llego a comprender, aún, lo “intrincado” del asunto, la vuelta de tuerca. Dices que trabajas en tu drama, pero en realidad, te veo flotando en un vacío de aburrimiento.

 

Imagino tu ventana, con vistas al metro de Clapham South. Con un poco de suerte, ves algo del parque. El lago seguro que no lo ves, queda muy lejos.

 

Tus ojos perdidos en el vacío, muy al sur de Londres, esperando, tal vez, que algo pase, sea lo que sea. Y decides, en cuestión de un segundo, hacer que suceda. En ese momento, alguien, da igual quién, hombre o mujer, no importa, alguien pasa por tu ventana. Estás tan aburrido que saltas de la silla y te asomas a la ventana. Ves a ese alguien de espaldas con un impermeable azul que se aleja y decides bajar a hablar con ese/a desconocido/a.

 

Antes de salir aún te tomas unos segundos para pensar en tu vestuario… Tienes que parecer interesante, llamar la atención de algún modo para que la otra persona perciba algo en ti que te diferencie de los demás. Que te haga único. Da igual qué. Y así, en un par de minutos, tomas tu decisión y sales a la calle con lo más “cool” de tu vestuario. 

 

Mientras bajas las escaleras para salir a la calle, te preguntas si no será ya demasiado tarde para alcanzarla. Das por hecho que tiene que ser una mujer, que tiene que ser ella, la del impermeable azul. Te preguntas en qué punto del camino la alcanzarás, si la alcanzas. Si su camino es una línea recta o habrá girado la esquina, y en cuál de las calles habrá girado, si es que lo ha hecho… Sales a la calle y la puerta se cierra de un portazo. Ella no lo escucha porque en su cabeza sólo se oye la música de su mp3. Te quedas más tranquilo al darte cuenta de que el impermeable azul sigue caminando calle abajo. Es una chica, la ves de lejos, de perfil y piensas que es bonita, ¿por qué no pensarlo?

 

Antes de hablar con ella, decides esperar, quieres saber hacia donde se dirige, inventar una historia que la impresione, o, ¿por qué inventarla? Tal vez con maquillarla un poco vale. Sabes que eres un tipo con recursos, que la improvisación se te da bien, que tienes encanto y eres, aunque a veces no lo parezca, inteligente, tal vez demasiado. Sabes usar las palabras, you are a charming guy, como dirían por aquí. Lo sabes y sonríes porque llevas las cartas ganadoras.

 

To be continued…

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