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All Along the Watchtower

Granada...

Granada...

 

Habíamos emprendido un viaje, un viaje del que sería difícil volver. Todos teníamos algo de lo que desprendernos. Nos arrastrábamos, nos arrastrábamos emergiendo de la tierra, como gusanos. Una escisión, un fin, un preámbulo.

 

Granada.

 

El paseo de los tristes en marzo. Frío, un frío que recorre tus pulmones como un cuchillo desgarrando emociones. La piel insensibilizada, la inmovilidad de tus manos sobre las mías. Tus abrazos no me reconfortan.

 

Si pudieses escuchar cómo gritan mis silencios, te aterrarías, me soltarías la mano y te alejarías de mí. Si supieras escucharlos… Ahora paseamos junto a la Alhambra, con los príncipes moros que un día la habitaron. Les miro a los ojos. Ojos oscuros, adivinatorios. Me da pánico mirarles porque ellos saben lo que yo intento esconder. Tú por supuesto no lo sabes.

 

He vuelto, después de meses sin verte. Sigues intentando protegerme del frío, y de todo lo demás, como si yo fuera una niña. En realidad, soy yo la que te protejo. Eso no me gusta, que me protejas, y tener que protegerte yo a ti continuamente, continuamente. Que demandes mi cariño. Soy cruel por naturaleza.

 

Me hablas de leyendas, de ilusiones, alucinaciones. Me muero cuando te escucho hablar así. Toda tu ilusión construye barcos de cristal que se despedazan contra las rocas del mar. Eres tan especial, tus ojos sólo ven la parte mágica de las cosas. Eres tan especial que quieres que yo también lo sea. Pero no lo soy, no quiero ser especial, me parezco más a las rocas, a la tempestad, a la parte árida de las cosas.

 

 

“Escucha el sonido del frío, cómo corta las caras, los labios, las manos, ¿lo escuchas?” Por supuesto que no lo escucho, pero lo siento, y para mí eso es más que suficiente. Así que no te contesto, continúas hablando, llevas todo el camino hablando, yo no digo una palabra.

 

He venido para decírtelo, para decirte que me voy, que no volveré más… El paseo se hace eterno, quiero llegar a un lugar cálido, donde pueda recuperar la movilidad de todas las partes de mi cuerpo. 

 

Mi movilidad.

 

 

1 comentario

Bo Peep -

Qué gusto tener alguien que te hable de leyendas, de ilusiones y de alucinaciones.
La foto, preciosa.