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All Along the Watchtower

Osaka Monaurail

 

 

Funky Music: Japanese Style

 

Os dejo un video de un directo de este grupo de Funk Japonés... No Comment.

 

Lhasa de Sela

 

 

Para los que no la conozcáis, un regalito...

Granada...

Granada...

 

Habíamos emprendido un viaje, un viaje del que sería difícil volver. Todos teníamos algo de lo que desprendernos. Nos arrastrábamos, nos arrastrábamos emergiendo de la tierra, como gusanos. Una escisión, un fin, un preámbulo.

 

Granada.

 

El paseo de los tristes en marzo. Frío, un frío que recorre tus pulmones como un cuchillo desgarrando emociones. La piel insensibilizada, la inmovilidad de tus manos sobre las mías. Tus abrazos no me reconfortan.

 

Si pudieses escuchar cómo gritan mis silencios, te aterrarías, me soltarías la mano y te alejarías de mí. Si supieras escucharlos… Ahora paseamos junto a la Alhambra, con los príncipes moros que un día la habitaron. Les miro a los ojos. Ojos oscuros, adivinatorios. Me da pánico mirarles porque ellos saben lo que yo intento esconder. Tú por supuesto no lo sabes.

 

He vuelto, después de meses sin verte. Sigues intentando protegerme del frío, y de todo lo demás, como si yo fuera una niña. En realidad, soy yo la que te protejo. Eso no me gusta, que me protejas, y tener que protegerte yo a ti continuamente, continuamente. Que demandes mi cariño. Soy cruel por naturaleza.

 

Me hablas de leyendas, de ilusiones, alucinaciones. Me muero cuando te escucho hablar así. Toda tu ilusión construye barcos de cristal que se despedazan contra las rocas del mar. Eres tan especial, tus ojos sólo ven la parte mágica de las cosas. Eres tan especial que quieres que yo también lo sea. Pero no lo soy, no quiero ser especial, me parezco más a las rocas, a la tempestad, a la parte árida de las cosas.

 

 

“Escucha el sonido del frío, cómo corta las caras, los labios, las manos, ¿lo escuchas?” Por supuesto que no lo escucho, pero lo siento, y para mí eso es más que suficiente. Así que no te contesto, continúas hablando, llevas todo el camino hablando, yo no digo una palabra.

 

He venido para decírtelo, para decirte que me voy, que no volveré más… El paseo se hace eterno, quiero llegar a un lugar cálido, donde pueda recuperar la movilidad de todas las partes de mi cuerpo. 

 

Mi movilidad.

 

 

1 año en 1 post‏

 

 

Cuanto tiempo puede pasar antes de que olvide mi sueño. Un año se va, y luego otro, y luego otro. Y el tiempo, como una droga invisible, erosiona mi memoria. Mis sueños se alejan de mi destino y me aterra la idea de convertirme, con el paso de los años, en una persona gris, débil… Acostumbrarme al murmullo de las idas y venidas de los segundos, de los minutos, de las horas…

Y aterrada como estaba de la voracidad de lo cotidiano, decidí jugarle una mala pasada al tiempo, aprender a ignorarlo, viajar a través de él sumergida en un submarino invisible. Y así, este año 2008 no tubo para mí ni segundos, ni minutos, ni horas… Ni siquiera me molesté en contar el tiempo que llevo alejada de la realidad, soñando con otros mundos y otras vidas. Viviendo en países lejanos al mío, cercanos a tu corazón. Imaginándome en Buenos Aires, en Melbourne, en Estambul, en Tokio, en Antigua y, sobre todo, en Nueva York…

Este es el año de la utopía, las grandes crisis dan paso a los grandes cambios, ya lo dice la televisión, la prensa y la radio, señores, tenemos que creer, el cambio está por llegar, las cosas sólo pueden ir a mejor. En días como hoy, me pregunto cuánto tiempo puede pasar antes de que me olvide de mi sueño. Antes de que el cansancio y la inercia me lleven a sentir un total abandono hacia mi misma. No me asusta (aunque en realidad me aterra) olvidarme (de lo que no me puedo olvidar). Este es el secreto más grande del mundo. Seguir viviendo, en muchas ocasiones, no es suficiente para alcanzar la felicidad. Dejarse arrastrar no es la respuesta. El cambio está por llegar. Es esperanzador respirar. Esperanzador. Ya nada puede ir a peor. Ni la guerra del Congo, ni el terrorismo internacional, ni los conflictos entre Rusia y Georgia, ni los narcos de Ciudad Juárez, ni los desastres naturales, ni la política de Berlusconi, mucho menos la de Sarkozy, ni la crisis económica, no señor, no puede ir a peor. Es esperanzador lo que queda por venir. Buena suerte 2009.

 




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Dublin. All Along the Watchtower II.

 

De repente, mi cabeza conecta con la conversación que mantienen en la mesa. Las voces me llegan como ecos lejanos. De repente pienso en ti. No se por qué, pero pienso en ti. Me gustaría no hacerlo, me gustaría olvidarte de una vez por todas, pero ni el tiempo ni la distancia consiguen que me deshaga de ti. Tal vez porque ayer encontré todos los textos que solía escribir para ti sin que tu lo supieras. Me entristece quererte tanto y saber que es imposible tenerte a mi lado, que es imposible que el recuerdo de mis sentimientos suplante a mis sentimientos actuales, que es imposible recuperar lo perdido, ese inocente modo de querernos, saber que he cambiado, que has cambiado, que nada es lo mismo, que todo está muerto, que ahora eres otro, y yo, yo soy otra persona. Que estoy más cerca del infierno que del cielo, que tengo más cosas en común con Lucifer que con San Juan, que mi corazón ahora, por mucho que mis recuerdos me jueguen malas pasadas, que mi corazón está lejos de ti, en otro lado, más cerca de París que de Madrid, que mi corazón está preparado para volver a empezar lejos de ti. Que ahora, en este momento, te quiero de otra forma, me quieres de otra forma, que te he perdido y me has perdido. Y es bonito, aún así recordarte...

 

Mi cabeza conecta con la conversación que tienen en la mesa. Cada pequeño detalle adquiere una importancia enorme. Y el hecho de poder ser feliz sólo disfrutando de eso me consuela porque en el fondo se que hay otro tipo de felicidad que nunca podré alcanzar. Y continúo siendo feliz a mi manera, siendo feliz como puedo, como todos los que estamos sentados en esta mesa. Y sigo pensando en Nueva York, en Australia, en Vietnam, en Japón, en Nueva Zelanda, en ser una estrella del rock, en grabar un videoclip, en escribir un libro, en fotografiarte, en hacerte feliz, en llevarte al fin del mundo, en encontrarte en cualquier otra parte, en desnudarte, en escuchar tu voz, en que me mires de la forma en la que lo haces siempre, en tenerte aquí a mi lado la semana que viene, en comer una tarta de chocolate, en una playa perdida, en el sol, en la luna, en Marte, en las estrellas, en el cielo, en el mar, en la lluvia, en una canción de Radiohead, en darle una calada a un cigarro, en el humo que se desvanece, en el humo en general, en todo y en nada…

 

Fin de la segunda parte…

Dublin: All Along the Watchtower.

 

Lias un cigarrillo. Primero extiendes el papel, coges un puñado de tabaco y lo distribuyes de forma equitativa por la superficie. Suavemente, con los dedos, intentas hacer un cilindro perfecto, casi lo consigues… Coges el mechero, enciendes el cigarrillo, suena Bob Dylan de fondo, puede que esté sonando Subterranean Homesick Blues, puede que esté sonando… Pero en todo lo que yo pienso es en All Along the Watchtower. Y mientras todos, sentados en la mesa, beben cerveza, tú, fumas tu cigarro, como si fuese el último cigarro que vas a fumar, como te fumas la vida en cada calada, en cada sorbo de cerveza. Fumas, y el humo se queda suspendido en el aire, entre nosotros. Y el humo del cigarro, la cerveza y la música forman la mezcla perfecta que acompaña nuestras vidas, nuestros momentos, que compartimos uno al lado del otro, simplemente porque la vida, siguiendo no se que regla extraña, nos ha traido hasta aquí, pero, algún motivo debe de haber para que la vida nos haya traído hasta aquí. Algún motivo debe de haber para encontrarme a mi misma en la mirada de los demás, en la sonrisa de los demás, en las palabras de los demás…

 

Y aunque me repito que el camino es lo que importa, la sensación de estar huyendo se me cuelga del corazón y no encuentro la diferencia entre caminar y huir, y me aterra ver que estoy rodeada de gente que huye, que se esconde, que se derrama por todas partes porque el verdadero miedo viene cuando te conviertes en agua estancada que empieza a oler mal, que huele mal lo mires por donde lo mires. El caso es caminar, moverse, desplazarse, incluso si uno no sabe ni adonde va. Ese es el miedo, no saber adonde vas.

 

El camino es lo que importa, me repito, me repito... Alguien canta una canción en la casa de al lado. No se quién, sólo oigo la voz de una mujer, dulce y suave, que rasguea una guitarra. Alguien abre la puerta del jardín para que su voz entre mejor, todos callan, escuchan…

 

There must be some way out of here
Said the joker to the thief
There’s too much confusion here
I can’t get no relief
Businessmen they drink my wine
Plowmen dig my earth
None of them know along the line
What any of this is worth

No reason to get excited
The thief, he kindly spoke
There are many here among us
Who think that life is but a joke
But you and I, we’ve been through that
And that is not our fate
So let us not talk falsely now
Because the hour is getting late

All along the watchtower
Princes kept the view
While horsemen came and went
Barefoot servants too

All I got is a red guitar
Three chords
And the truth

All I got is a red guitar
The rest is up to you

There’s no reason to get excited
The thief, he kindly spoke
There are some among us here
Say that life is just a joke
You and I, we’ve been through that
And that is not our fate (at least today)
So let us not talk falsely now
Because the hour is getting late
Late...

 

Final de la primera parte

 

 



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